Cuando te sientes obligado a dar más, a no detenerte, a seguir adelante, a volver a revisar la ortografía, la alineación y el equilibrio, cuando llegar tarde es simplemente impensable y las faltas de los demás te causan una rabia impresionante.
El Mounstruo de la perfección se ha adueñado de ti, no puedes variar la ruta, desatender un compromiso, dejar algo pendiente.
Cuando no puedes salir de casa sin hacer la cama, no puedes dejar platos sucios en la cocina y te obsesiona no tener arrugas en la camisa, el mounstruo de la perfección vive en tu armario.
Cuando simplemente no eres capaz de dejar de arreglar ese cuadro torcido, de lavar bien ese diente sucio o de recoger hasta la última gota de polvo, quizá tú mismo té estés convirtiendo en el mounstruo de la perfección.
Felipe Cejudo 2019